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Historia

Antecedentes

La preocupación por integrar a la población a los procesos de desarrollo económico, social y cultural no es reciente, pero se ha enfatizado y reiterado en los últimos años, a través de numerosos eventos nacionales e internacionales, haciéndose patente la implícita conciencia de su relevante rol en el desarrollo de parte de los Gobiernos, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) y las instituciones privadas nacionales e internacionales.

Múltiples documentos surgidos en estos eventos, propician la aplicación de políticas y programas relativos a la población, que como parte de los planes de desarrollo, puedan servir para satisfacer sus necesidades básicas, para reconocer su importancia en el desarrollo nacional, ayudando a combatir el desempleo y permitir que preste sus servicios en sus comunidades respectivas.

La migración de personas pobres de los sectores rurales y zonas urbanas marginadas de las ciudades a las grandes urbes, refleja la necesidad urgente de generar empleos e ingresos. El crecimiento demográfico, la pobreza extrema, la desnutrición, el analfabetismo, la insalubridad, alta mortalidad infantil; la falta de créditos y de acceso a los mercados, asesoramiento técnico, falta de organización, la injusta distribución del ingreso, la marginalidad de la mujer, falta de oportunidades, y la organización inadecuada, entre otros, constituyen los motivos principales que impiden el crecimiento económico en todos los aspectos del género humano.

Ante tal situación, esta Dirección General orientó su programa de desarrollo comunitario hacia la apertura de nuevos esquemas y modalidades de integración y participación efectiva de la población, implementando acciones específicas para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los sectores más empobrecidos del país.